Los sistemas de energía solar térmica, requieren ciertas operaciones de mantenimiento de carácter anual, dependiendo en gran medida, de la calidad y dureza del agua (cal). En particular, los acumuladores de ACS, disponen de tomas desmontables, para sustituir uno de los elementos más importantes: el ánodo de sacrificio o ánodo de magnesio.
El magnesio, es un elemento metálico, más “blando” que el propio interior de la cuba del acumulador (acero vitrificado o inoxidable). Se trata de “facilitar” a los elementos en suspensión dentro del agua, como la cal y otros minerales, una superficie a la que adherirse y que con el paso de los meses, se va deteriorando (por eso lo llaman de sacrificio). Además, este ánodo, absorbe las corrientes galvánicas de aquellos acumuladores que dispongan de resistencia eléctrica de apoyo. Se trata de un protector que actúa desde dentro del depósito.
En la imagen, de izquierda a derecha, barras de magnesio: 4 años, 2 años y nueva (equipos instalados en Mallorca)